¡Ya es verano! ¡Cómo lo habíamos esperado! Seguro que muchos ya contáis las horas para esos merecidos días de descanso, ya lo tenéis todo listo, el destino, los planes, los billetes… ¿y las plantas? ¿Qué hacemos con las plantas? 

Plantas de interior

Sí, hay dos factores que nos preocupan, y mucho. El calor, y esos días en los que nos sentimos terriblemente culpables por “abandonar” a nuestras queridas amigas. 

Dejad de sufrir, nuestra Directora Mar Ramón os da unas cuántas pistas para que el verano no aniquile vuestras plantas. Tomad nota:  

 

1.-¿Cuándo regar? Lo primero es tener claro que en verano es importante realizar riegos profundos para que el agua alcance las raíces. Hay que regar lentamente, sin legar a encharcar el sustrato. Lo ideal, en verano, es regar o bien a primera hora de la mañana, o bien al caer la noche. Regar en las horas de calor puede dañar a las plantas, por el efecto “lupa” que las gotas ejercen sobre los rayos del sol, además de suponer un derroche, ya que las altas temperaturas hacen que el agua se evapore rápidamente.   

 

2- Peligro: plagas.  El verano es la época de mayor riesgo en este sentido. Hay que prestar especial atención a todas las partes de las plantas para comprobar que ninguna enfermedad les está atacando. Puesto que muchas plantas se encuentran en época de floración en verano, la aportación de nutrientes es fundamental para evitar enfermedades y plagas. Hay que aplicar más abonos y fertilizante que el resto del año. 

 

3- Usar piedras. Sencillo, práctico, efectivo: poned pequeñas piedras sobre el sustrato para que este retenga la humedad. Las piedras evitarán que el calor llegue a las raíces.  

 

4- Regar y “limpiar”: tenéis las maletas listas, el coche hasta arriba, los niños “metiendo prisa”… un momento!: justo antes de marchar de vacaciones, es importante regar todas las plantas de casa y eliminar ramas y hojas secas. Se evita así que la planta destine humedad y nutrientes a las hojas y flores marchitas.  

 

5- Trasplantar: si tenéis plantas en macetas de barro, este puede transpirar la humedad de la tierra con gran rapidez y acabar secando el sustrato. En verano, la apuesta es  el plástico. Trasplantad o bien introducid las macetas de barro en vasijas plásticas más grandes, rellenando los huecos con sustrato.  

 

6- Aprovechando para renovar: Si en verano queréis darle un aire nuevo a vuestra casa o jardín, apostad por las especies que mejor toleran las altas temperaturas. Las vicarias se pueden plantar directamente en el suelo del jardín, no requieren de sustratos especiales y aguantan bien el calor.   Los agaves son plantas perfectas para ornamentación exterior, al resistir el sol directo y la falta de agua.   Las croton -plantas del género Codiaeum- no se quejarán si os vais de vacaciones y pasan unos días sin agua: resistirán perfectamente al verano.  

 

7- ¿Dónde dejo mis plantas?. Si os vais a tostar al sol este verano…. recordad: a las plantas el calor NO les gusta! Dejadlas en una habitación en la que -aunque entre algo de luz- los rayos del sol no lleguen a tocarlas. También es una buena idea dejar algunos recipientes con agua en la habitación. Al evaporarse, se humedecerá el ambiente, y las plantas lo agradecerán. 

 

8- Un invernadero casero. Un truco sencillo y efectivo: colocad todas las plantas juntas, y cerca de ellas uno (o más) barreños con agua. Tapadlo todo con un plástico, previamente agujereado (para que las plantas respiren y la condensación excesiva no les afecte).  Es una forma sencilla de mantener la humedad necesaria para las plantas.

9- A la bañera. Sí, otro lugar habitual y beneficioso es el baño: las plantas que tengáis en macetas de terracota se pueden colocar sobre unos pedazos de ladrillo o sencillamente en platos vueltos dentro de la bañera, con algo de agua (no hacen falta más de 5 centímetros de agua). El ladrillo y las macetas absorberán el líquido para aportar humedad a tus plantas.  

 

10- El truco del “cordón”. Una última idea, muy eficaz. Sólo hace falta un cordón (por ejemplo de unas zapatillas). Colocad un extremo en un recipiente con agua, y el otro dentro de la tierra de tu planta. El cordón irá absorbiendo la humedad del recipiente, llevándola a la maceta.  

 Y como siempre, ¡Gracias por leer!